La grieta por donde entra la luz (Leonard Cohen)
Los pájaros cantaron, al hacerse de día:
"empieza un nuevo día", oí que decían.
No pierdas el tiempo pensando en lo que ya pasó,
o en lo que aún no ha pasado.
Tañe las campanas que aún pueden repicar,
olvídate de tu ofrecimiento perfecto.
Todo tiene una grieta: así es como entra la luz
Aprendo que para vivir una vida gozosa y plena ayuda mantenerse en la esperanza de lo posible ahora, en el valor de empezar de nuevo a cada momento, en tañer las campanas que pueden repicar en lugar de empecinarse en las que no, en amar lo imperfecto porque es la naturaleza de lo humano y de lo real y poner en cuestión los ideales internos de lo perfecto o en “cómo creemos que deberían de ser las cosas”.
Y por último la joya más luminosa del poema: es a través de nuestras grietas, o defectos o heridas por llamarlo con claridad, que paradójicamente podemos crecer más y más en luz y sabiduría.
Sólo requiere nuestra disposición a abrir el corazón y sostener los tránsitos emocionales que correspondan.
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