El Niño Interior herido

Muchos tenemos un niño interior herido. Y aunque no tuvimos una infancia traumática, no nos maltrataron o abusaron física o psicológicamente (o eso creemos), llevamos un niño que fue herido. 
Ya que si bajamos a conectarnos con nuestro niño interior, y hacemos consciencia, podemos comenzar a darnos cuenta y cuestionarnos si nuestras figuras significativas (padres, abuelos, maestros,..) nos trataron de la manera que necesitábamos. Es decir, nos dieron la atención, el cariño, la valoración, la protección y el respaldo que necesitábamos de pequeños.

Entonces nos desconectamos de nuestro niño interior, que es nuestra Esencia Vital, de donde emana nuestra creatividad, nuestra fuerza e impulso para realizar todos nuestros propósitos de manera amorosa en nuestra vida.

Por lo que surge dentro de nosotros una división, nuestro niño interior, y nuestro niño interior herido, que es la parte vulnerable, solitaria, dolorida y desatendida en la infancia, y que para no sufrir y protegerse de ese dolor, se construyó una coraza (los mecanismos de defensa con los que vamos creciendo hasta hacernos adultos, como por ejemplo la Negación, la Represión, la Racionalización para no sentir dolor,.. y que se convierten en parte de la personalidad que mostramos a los demás), pero realmente no somos esa "coraza o máscara" que nos hemos puesto para sobrevivir en el pasado a esas situaciones.
Pero a veces las situaciones fueron tan ansiógenas, que no tuvimos otra opción que colocarnos esa máscara para relacionarnos con los demás, para sentirnos aceptados, valorados y atendidos. Ya que el dolor de sentirnos desatendidos, abandonos o solos, era mucho mayor.



Y esa parte de niño interior herido, estará esperando a ser rescatada, atendida y reconectada en plenitud con todo nuestro ser (pues así nos sentiremos más completos, auténticos y fuertes).
Ese camino para volver a reconectarnos, pasa por hacer consciencia de ese dolor y carencias emocionales que sufrimos en nuestra infancia y adolescencia, y las trabajemos en psicoterapia, porque sino esa parte herida seguirá en nosotros independientemente de la edad que tengamos.



Y al reconectarnos con nuestro niño interior, recuperaremos una parte de nosotros que siempre estuvo allí (por ejemplo de alegría, de disfrute o placer, de creatividad,  y de relación auténtica y amorosa con los demás,..), pero que tapamos para amoldarnos a las exigencias o expectativas que pusieron nuestras figuras significativas en nosotros. 
Pero al dar luz a esa parte que estaba en la sombra, que hemos ocultado tanto tiempo y miramos a esos "fantasmas" de frente, podremos acogerlos y llevarlos a la consciencia y hacernos amigos de ellos. Entonces nos reencontraremos con esa parte de nuestra esencia divina, y nos transformaremos en esa persona completa que estamos llamados a ser, desde el Amor y la Libertad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

La grieta por donde entra la luz (Leonard Cohen)

Autoestima